REFLEXIÓN FINAL
Hasta aquí llega una de las mejores experiencias de este primer cuatrimestre. Siendo sincera, la mejor. El equilibrio entre teoría y práctica ha sido muy justo, donde una parte complementaba la otra y reforzaba así el aprendizaje.
Al principio, al conocer que toda la asignatura se desarrollaría por grupos base, elegidos aleatoriamente, me asusté un poco. Trabajar con compañeros que no son de mi plena confianza o que no tengo demasiada conexión durante todo un cuatrimestre, no era muy atractivo. Sin embargo, ahora te lo agradezco con el corazón. He conocido a personas maravillosas, he compartido muchos momentos y he conectado a la perfección. Todas hemos encajado, y aun siendo conscientes de la situación mencionada anteriormente, nos hemos sabido abrir a las demás y conseguir resultados en las actividades magníficos.
Gracias por preocuparte por nosotros, por esas sesiones de relajación, por preguntarnos a nosotros siempre antes, adaptarte a nuestro estado de ánimo y amenizarnos las clases, con vídeos, con bromas, con anécdotas y experiencias. Todo el trabajo que hay detrás de tus clases es evidente, así como toda tu formación.
Me alegro de todo lo bueno que te ha pasado, te pase y te pasará. Siento gran admiración por ti y por todo lo que has conseguido como mujer, profesional y docente. Este cuatrimestre estará siempre marcado por tu huella, la que me ha dejado y la que seguro que le has dejado a mis compañeros. Escuchar a tus alumnos es una de las virtudes que más valoro en un profesor. Y yo me he sentido escuchada ,y estoy muy agradecida. Gracias por hacernos sentir algo más que un alumno detrás de una mesa, gracias por permitirnos tocar la docencia casi con las manos.
Esto no es un adiós, sino un hasta luego. Hasta siempre Gema.
Comentarios
Publicar un comentario